Europa: peligros y nuevas oportunidades

 

Antes de las vacaciones de verano en Europa, surgen nuevas tendencias con potencial para abrir el camino a nuevas y sorprendentes constelaciones de poder. Mientras, en el golfo Pérsico, se manifiesta una peligrosa escalada de violencia provocada por Estados Unidos, que quieren llevar a Irán a un conflicto bélico, en Europa, el presidente Donald Trump, enfrenta críticas crecientes.                     
Un ejemplo fue la reacción de la canciller alemana, Angela Merkel, en julio, en una entrevista en la que manifestó su solidaridad con cuatro jóvenes diputadas federales estadounidenses atacadas por Trump por oponerse a su política de migración: “Me distancio totalmente de tales declaraciones y me siento en total solidaridad con las mujeres que fueron atacadas.” La actitud es inusitada y se une a otras declaraciones, como las del CEO de Siemens, Joe Kaeser, quien atacó a Trump por su política de “exclusión y de “racismo.”                                                                                                                                                     
Esta autora presenció en Bonn, recientemente, una conferencia del presidente de la Academia Federal para Política de Seguridad (BAKS), Dr. Karl-Henz Kamp. El tema fue el cambio de configuración de poder entre las que llamó “cuatro potencias estratégicas: Estados Unidos, Rusia, Unión Europea y China,” resaltando que el problema más desafiante actualmente es “transatlántico.” Según él, Estados Unidos son una potencia militar, económica y política con una marina mayor que las de los 13 principales países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) juntas, y el presidente Trump está envuelto en una “chantaje” contra Europa. “Odia las alianzas y tiene un intenso disgusto con Alemania.”

 

Europa: vasallo de Estados Unidos o su destino en sus propias manos

Diferentes señales de peso vinieron también del Parlamento Europeo, que acaba de acaba de elegir a la ex ministro de Defensa de Alemania Ursula con der Leyen a la presidencia de la Comisión Europea, la primera alemana en 60 años y la primera mujer en ocupar el cargo. Su elección, sorpresa para mucho (recibió 383 de 747 votos), sólo fue posible gracias al fuerte apoyo del presidente francés, Emmanuel Macron, de los estados del Grupo Visegrad (Hungría, Eslovaquia, República Checa y Polonia) y de los gobiernos socialistas de España y Portugal.

 

El apoyo de los países del Este europeo no deja de ser irónico, pues ellos han sido atacados por el Parlamento europeo por sus posiciones “populistas” y “nacionalistas,” como ocurrió con la exclusión del ministro-presidente húngaro, Victor Orbán, del bloque del Partido del Pueblo Europeo (EPP). Como ministro, von der Leyen se destacó por la adopción de una línea dura contra Rusia. Sin embargo, su discurso en el Parlamento Europeo y en entrevistas recientes indican que intenta crear una “unidad,” acercando a los lados opuestos. Para sorpresa de muchos, anunció un nuevo capítulo de la “política de migración,” expresando la intención de fortalecer la agencia de protección fronteriza, Frontex, dar más asistencia a África, invertir más en la protección climática e introducir un salario mínimo en el ámbito europeo.

 

El décimo octavo Diálogo de San Petersburgo

Otra señal alentadora, provino del Foro Diálogo de San Petersburgo, realizado los días 18 y 19 de julio en “Petersberg”, cerca de Bonn. Fundado en 2001 por el presidente ruso, Vladimir Putin, y por el canciller alemán Gerhard Schroeder para promover el intercambio franco de opiniones entre políticos, científicos, profesionales de la cultura, empresarios y representantes de la sociedad civil, El foro ha sido usado varias veces para reuniones durante periodos tensos. Este año, de acuerdo con el especialista alemán en asuntos rusos, Alexander Rahr, se realizó “bajo una buena estrella.”

 

En el evento se mostró que Rusia no está aislada. Varios ministros-presidentes de los estados federales de Alemania fueron invitados y todos fueron contrarios a las sanciones impuestas a Rusia, y el ministro-presidente de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, fue aplaudido cuando recordó que no era auto evidente que Rusia, luego de haber perdido 27 millones de vidas en la Segunda guerra mundial a Alemania “la mano de la reconciliación.” Además de esto, recordó que, durante los años setentas, en el auge de la Guerra fría, se hicieron importantes iniciativas de Bonn y de la industria alemana para abrir una nueva fase de cooperación con Rusia.

 

En su discurso, el Ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, resaltó bajo aplausos del auditorio que una investigación hecha en 2018 demostró que 94 por ciento de la población alemana quiere tener mejores relaciones con Rusia, número impresionante, tomando en cuenta la política oficial de duras sanciones y de histeria contra Rusia en la prensa alemana en los últimos años.

 

Por primera vez, luego de 5 años de la “era de hielo” (desde el estallido de la crisis de Ucrania y de la anexión de Crimea), los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia (Serguei Lavrov), y de Alemania se reunieron en el foro para sostener un amplio dialogo, que incluyó las perspectivas de una solución al conflicto en; las situaciones de Siria y de Irán, así como la cooperación económica y nuevas iniciativas para promover el intercambio de jóvenes de los dos países sin necesidad de visas.

 

Ambos expresaron “confianza” y “optimismo” en el desarrollo positivo de las cuestiones analizadas.

 

En la sesión plenaria, Lavrov subrayó las señales positivas enviadas por Zelensky, quien recientemente telefoneo al presidente Vladimir Putin para instarlo al diálogo sobre Donbass. Lavrov recalcó que la “política imperante para impedir el desarrollo económico y técnico de Rusia tuvo efectos negativos para las empresas europeas y para los consumidores europeos… Las sanciones unilaterales ilegítimas son contrarias a los cambios positivos y a las perspectivas de cooperación entre Rusia y Alemania.”

 

Pidió a la comunidad mundial tratar de encontrar un equilibrio de intereses en problemas cruciales, en lugar de buscar suprimir los centros de influencia emergentes: “El mundo está cambiando rápidamente, con nuevos centros de influencia emergentes. Los intentos de contener, de trazar líneas divisorias, de declarar excluidos a los Estados -todo eso es rechazado por la mayoría de los participantes de la vida internacional.

 

Encuentro muchos más atractivo el trabajo creador, la búsqueda de una línea de intereses, sea en Siria, en Libia o en Yemen, sobre los asentamientos de Medio Oriente y en Kosovo, o para salvar el acuerdo sobre el programa nuclear iraní.”

 

Para él, la economía a escala mundial necesita de asociaciones de integración fincadas en el principio de igualdad y en beneficios mutuos. “En esto se basa la Unión Económica Euroasiática,” afirmó para resaltar que “podríamos hablar bastante sobre cómo convertir a Alemania en parte de una nueva arquitectura en el continente euroasiático.”

 

En la entrevista conjunta, tanto Maas como Lavrov demostraron la “voluntad positiva” de buscar soluciones para las diferentes crisis globales. Ambos comentaron sobre señales alentadoras de retirada de tropas de la región de Donbass y “señales positivas” provenientes del nuevo presidente ucraniano, Volodymir Zelensky, además de la determinación de salvar el acuerdo nuclear con Irán. Lavrov criticó a Estados Unidos por su retirada del acuerdo y exigió moderación de parte de Washington.

 

También resaltó que las relaciones entre Rusia y Alemania estén de nuevo al alza, el diálogo político está en marcha, el nivel más alto en lo cultural e históricamente y que Rusia y Alemania cooperan en energía. “Apoyamos el Nord Stream 2, estamos de acuerdo con Alemania en busca de soluciones para Ucrania e Irán,” dijo Lavrov.

*MSIa Informa

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